Hoy hablamos de logística 4.0 porque lo vinculamos con la cuarta revolución industrial, pero en realidad, hasta la introducción de los primeros ERP, SGA y de las TIC, la logística había cambiado muy poco. Básicamente era algo engorroso que había que soportar en costes porque no había otra, pero tanto el sector, como aquellos que trabajaban en él estaban no demasiado bien considerados. La escasez de rendimiento, eficacia y eficiencia eran palpables, pero en gran medida por la increíble falta de medios y de desarrollos enfocados a mejorarlo, a hacerlo más rentable. Todo se hacía, como siempre se había hecho, como se podía.
Nada que ver con lo que ocurre hoy, donde el cliente exige logística y la incluye dentro de su experiencia de compra aportándole un valor inusitado hasta la fecha. Esta es la verdadera revolución logística, la auténtica logística 4.0.
Principales tecnologías que han impulsado la logística 4.0
Esta revolución repleta de novedades logísticas no ha surgido porque sí, ha debido apoyarse en diferentes desarrollos de última generación que le han servido de trampolín. En principio, pensados para otros fines, pero que, de rebote, han servido para hacer que el gran público valore debidamente la importancia de la logística en sus vidas.
-
Big Data en el entorno logístico
Todo y todos nos movemos con patrones. No nos damos cuenta, cierto. Tenemos un pequeño porcentaje de libre albedrío, cierto. Pero mayoritariamente nos movemos, vivimos, siguiendo patrones. Trabajamos entre semana y descansamos los fines de semana, conducimos en piloto automático por la misma ruta al trabajo cada día, nos despertamos a la misma hora, cenamos, comemos, etc. patrones, patrones, patrones.
La diferencia con épocas anteriores es que los datos que generaban esos patrones había que deducirlos, estimarlos: localización, tiempos, recorridos, productos comprados, frecuencia de compra, etc. Hoy no es necesario, nosotros los cedemos voluntariamente en cantidades ingentes gracias a la digitalización del entorno en el que vivimos. Si cada dato fuese una gota de vapor de agua, formaría un cúmulo nimbo que cubriría la Tierra entera y nunca dejaría de llover. Y sigue creciendo. Esos datos acumulados en “nubes” son lo que conocemos como Big Data.
Antes cuando una empresa enviaba una mercancía que tardaba tres días en llegar a su destino, podía no saber absolutamente nada de ella hasta que se entregaba y alguien tenía la bondad de llamar por teléfono para confirmarlo, siempre que fuera en horario laboral local. Hoy en día, gracias a la gran cantidad de información que podemos manejar almacenados en entornos de Big Data, podemos saber hasta el clima de la zona donde el transporte está en cada instante.
-
La inteligencia artificial aplicada a la logística.
Procesar todos esos datos procedentes de nuestros patrones, almacenados en la nube es literalmente imposible para un ser humano. Necesitamos un intermediario matemático llamado inteligencia artificial que lo haga por nosotros y nos muestre las conclusiones.
Básicamente, ese “supermatemático” digital se dedica a calcular nuestra siguiente acción antes de que ocurra.
¿Qué tiene que ver el Big Data y la IA con la logística? Muy sencillo, si conocemos qué va a necesitar el cliente antes de que lo necesite, puedo hacérselo llegar más rápido y con mayor eficacia. No sólo contamos con anticipación a las necesidades del cliente final, sino que, a partir de ahí, también conocemos las necesidades de producción, de transporte y de abastecimientos que la industria requerirá para poder cubrir esa necesidad a tiempo y en masa. De esta forma los tiempos de espera que generaba el desconocimiento de la “siguiente necesidad” se eliminan o se reducen al mínimo, consiguiendo una calidad de servicio altísima. Considerando calidad de servicio como recibir aquello que necesito donde uno quiera, en perfecto estado, sin errores ni demoras, sin importar que hablemos de B2C o de B2B.
-
La robótica aplicada a la logística
Robots físicos y digitales que posibilitan la automatización de infinidad de tareas repetitivas y de escaso valor o simplemente que reducen los desplazamientos. El cambio más espectacular se está produciendo en los almacenes, donde la importancia de la logística interna o intralogística es fundamental. Reducir accidentes, optimizar o reducir los desplazamientos internos de mercancías y personas, eliminación de errores, la robótica y la cobótica (robots que colaboran con personas) están cambiando incluso la forma tradicional de ver el almacén y junto con el resto de las tecnologías, posibilitan que hoy, hablemos de la cadena de suministro como una importante ventaja competitiva y de diferenciación.
-
Interconexión e IoT (internet de las cosas)
Conseguir que todo informe al sistema constantemente y que todo esté interconectado entre sí para hacer crecer los datos de la nube es el objetivo. Recibir datos directamente del producto es el siguiente paso de la trazabilidad. Saber si, entre miles de referencias, una de ellas ha sufrido daños por golpes en el transporte, conocer en tiempo real si ha sufrido interrupciones en la cadena de frío y de cuántos grados durante cuánto tiempo, conocer si se está desgastando por uso y en qué grado. Equipar a los objetos con sensores de todo tipo, que nos informen en tiempo real y que a su vez se comuniquen con las máquinas que lo manipulan o fabrican, que a su vez se comunican entre sí es posible gracias a la IoT. ¿Con qué fin? El de anticiparse, mejorar la calidad del servicio, de la fabricación y de la distribución. Y ganar eficiencia en todas las fases de la cadena de suministro.
-
Omnicanalidad
Otra novedad de nuestro tiempo. No es que antes no existiera, es que estaba más limitado, no era tan “omni”. En el s.XX, antes de la aparición de los teléfonos móviles, en Estados Unidos podías comprar por catálogo (impreso) millones de productos (sin temor a ser estafado) o hacer que te cambiaran las ruedas del coche por teléfono. Casi ciencia ficción para nuestro país. No es que no existiera la venta por catálogo, es que el cliente lo consideraba un riesgo inaceptable en la mayoría de los casos. La venta de música (en soporte físico como los discos de vinilo) y de libros impresos fueron dos excepciones muy destacadas.
En Chile, el cliente final, como mucho podía encargar telefónica o presencialmente a un comercio de confianza algún producto y recogerlo en tienda o hacer que lo entregaran a domicilio, sobre todo en electrodomésticos.
Hoy podemos solicitar la compra desde múltiples dispositivos, esperar la llegada del producto a domicilio, recogerlo en la tienda, en un comercio cercano, devolverlos por correo, por mensajero desde nuestro domicilio, en un punto colaborador y estar informados en todo momento del estado de nuestro paquete. El sistema es tan fiable que recibimos el abono apenas hemos integrado de nuevo el producto en la cadena de suministro, mucho antes de que el distribuidor lo reciba en sus instalaciones.
Logística en la actualidad.
La importancia de la logística radica en el uso de todos los avances mencionados (y otros muchos) a favor de una calidad de servicio en continua mejora. De manera que podemos afirmar que esta nueva forma de logística es, en definitiva, el tipo de servicio que podemos ofrecer haciendo uso de todos los avances a nuestra disposición para convertir la cadena de suministro en un driver de nuestra ventaja competitiva. Sin retrasos, anticipando necesidades, optimizando movimientos y respetando la calidad del producto en aras de proporcionar una excelsa experiencia de compra al cliente.
El tratamiento de los datos gracias a la inteligencia artificial que los computa a partir de su almacenamiento en la nube, junto con la automatización de operaciones y trámites administrativos, al servicio de un sistema pull de alta eficiencia, nos permite ofrecer un servicio onmicanal al cliente, un sistema integral llamado cadena de suministro, que trabaja única y exclusivamente para satisfacer sus necesidades.